Reparar una fuga del líquido de frenos es un procedimiento mecánico que depende de la alternancia de diversión procesos técnicos. Antes que nada, es importante identificar el origen exacto de la fuga, ya que, en gran medida, siempre es posible que diversos puntos del sistema sean el origen de importantes perdidas del suministro. Para ello, coloque papel periódico debajo de su auto para identificar la formación de humedad Dependerá de ello la revisión de elementos como las líneas, mangueras de frenos, bombas, precintos y y/o demás sistemas de sensores e interruptores incluidos en el sistema principal. Las siguientes son las tres claves fundamentales dentro de dicho proceso.
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Clave 1: Inspección visual del sistema técnico de freno.
Una vez identificado el sector de origen de la fuga proceda a inspeccionar manualmente todos los elementos. Revise aspectos como mangueras de freno y las líneas en búsqueda de signos de desgaste, daño o perforaciones. Igualmente, debe identificar signos de desgaste o de oxidación que puedan estar asociados a bornes o junturas.
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Clave 2: Reemplazo de repuestos dañados, rotos o fisurados.
Como segunda fase al momento de reparar una fuga del líquido de frenos se encuentra la sustitución de las piezas averiadas. Dependiendo del nivel de complejidad, se recomienda buscar asistencia profesional, o bien, realizarlo por su propia cuenta. En cualquier caso, debe levantar el auto con la ayuda de un gato y retirar el repuesto vencido con ayuda de una llave.
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Clave 3: Reparación y limpieza de elementos desgastados.
Bajo otras circunstancias reparar una fuga del líquido de frenos depende de la limpieza y remoción de los signos de desgaste. Tal es el caso de elementos como pistones de pinza y cilindros de rueda. Para ello, haga uso de un kit de limpieza para pistones. Con ello solo deberá retirar el óxido y reintentar la pieza en el sistema. Para otros elementos, tales como el cilindro maestro y el modo ABS, se exige una intervención restrictivamente profesional.